sábado, 3 de diciembre de 2011

18 De vuelta en Armenia a recoger el coche

Avión desde Uzbekistán a Armenia, con escala en Moscú, aterrizaje en Yerevan, y vuelta a casa de Gayane y su hijo Avo. Recupero el coche que sigue donde y como lo dejé.
Y cargo las pilas con las comidas y cenas que Gayane prepara en su casa-hostal.

Coincide con la fiesta de indenpendencia así que hay un jolgorio terrible por las calles.

Mientras, yo espero a que la embajada de Irán se decida a ponerme la pegatina del visado.
Cuando lo tengo en mi pasaporte salgo pitando hacia Irán, aunque aún me esperaba una sorpresa: el visado de Armenia es para 15 días, lo pone bien clarito, en inglés. El permiso para el coche también es para 15 días, pero nadie me lo dijo en la frontera, y en los papeles que me dieron está escrito en armenio, así que no me enteré de nada.
Como pasé 3 semanas en Uzbekistán mientras el coche descansaba en Yerevan, su permiso debió expirar mientras yo andaba jugando a explorar el fondo del Mar Aral.
Así que cuando llego a la frontera para abandonar Armenia, me dicen que 'de eso ná'. Les explico mi excursión a Uzbekistán, y aunque se muestran muy interesados en todos los detalles sobre la cerámica uzbeka, me dicen que no saco el coche del país si no paso antes por caja a saldar mi deuda, una multa de casi 600 dólares!
Durante 26 horas me niego a pagar, así que acampo delante de la oficina de la policía, y paso allí la noche.
Cuando veo que mi huelga no servirá para nada llamo a Gayane para ver si puede hablar con los polis y hacerles entrar en razón, en su mismo idioma. Lo hacen y calculan el precio exacto de la multa: 545 dólares.
Pago con un cabreo monumental, pero pago, y entonces me dejan llevarme el coche.
Las 3 semanas en Uzbekistán han sido las vacaciones más caras de mi vida.

Fiesta de la Independencia en Yereván:



Hay un montón de actividades en las calles, pero a todos les da por pintar...



Mientras, a mí me cuidan requetebien:


Y desde casa vemos lo mismo que ponen en la tele:



Y el Defender debajo de casa para tenerlo vigilado:


En la Cascada de Yereván, escultura de Jaume Plensa:




Unos kms antes de la frontera ya se puede ver la alambrada que separa Armenia de Irán:


Aquí pasé un montón de horas quejándome en vano.